Ciencia y Sociedad

Friday, November 17, 2006

¿QUE HACER CON EL IPN ACTUAL?

Texto dedicado a la generación de Químicos Bacteriólogos y Parasitólogos egresada de la ENCB en 1956 y de la cual forma parte el autor de esta nota.

Son muchos las dolencias que presenta el IPN al término del año en curso y antes de pensar en la terapia a seguir, es indispensable un diagnóstico mínimo que, en términos administrativos, suele denominarse “ auditoría administrativo-académica” (AAA). ¿Cuando sería la última que se hizo el IPN? Recuerdo la que se hizo al CONACYT por allá de 1974, al término de la gestión de su primer Director General, el Ing. Eugenio Méndez; se identificaron problemas, se “dimensionaron” y solo después de analizados se procedió a una reorganización. La institución se hizo entonces mas eficiente, se gastó menos en lo administrativo y mas en programas y proyectos sustantivos. Se incrementó el número y cobertura de las becas, se disminuyó el dispendio en infraestructura, se hizo el primer censo nacional de actividades de C y T acorde y comparable a lineamientos internacionales, se racionalizaron áreas, funciones y se redujo la burocracia. Hoy, después del lamentable desempeño de CONACYT en el sexenio que termina, es incomprensible que no se le haya practicado de nueva cuenta una auditoría, en el marco del sector. La burocracia de éste último es excesiva y en lugar de un organismo “rector” de la ciencia y tecnología mexicanas, tenemos, de facto, varios. El sector consiste de CONACYTs regionales, 2 subsecretarías de SEP, 1 Consejo Consultivo de C y T, 1 Fundación México-EUA, 1 Colegio Nacional y 1 Academia Mexicana de Ciencias. El jaleo es tan completo como incompleta es la Política Nacional de C y T. No hay dinero suficiente para la I y Dt que demanda la Nación y en mi añorada ENCB los investigadores siguen aportando de su bolsillo un complemento para el desarrollo de los proyectos. Ignoramos dónde quedaron los 100,000 becarios de alto nivel que apoyó CONACYT a lo largo de 30 años…Según datos del INEGI solamente cuenta el país con dos millones de profesionistas titulados –en todos los campos- mientras, se estima, hay un millón de ellos “de mojados” allende el Río Bravo. Definitivamente el sexenio del Sr. Fox ha sido un gran salto atrás en la ciencia y enseñanza superior mexicana.

Un principio generalmente aceptado en el mundo académico nos señala que particularmente “Las instituciones de enseñanza superior –IES-, reproducen o mimetizan a las sociedades en que están inmersas…” de manera que no es de extrañar lo que ha venido sucediendo a nuestra querida Alma mater en estos últimos años.

El conjunto de problemas que aquejan hoy al IPN, menos serios unos y otros mas graves, son producto del descuido e inexperiencia directiva a lo largo de los años así como de directrices generales, recientes, que privilegian lo administrativo por encima de lo académico, lo político por encima de lo educativo, lo autoritario por encima de lo democrático y el culto a la personalidad del Director General confortablemente protagónico en este año electoral. Alineado con los intereses del sexenio gubernamental más anticientífico que haya tenido nuestra nación, el IPN hoy parece haber olvidado su perspectiva popular, social y democrática en aras de lo burocrático y las prácticas de rutina. Esto, no obstante, no debería extrañar mucho, toda vez que los méritos del titular para llegar a la Dirección General del Instituto, se concentraron más en haber calentado un sillón de “oficinas centrales” por veinte años, que por su labor destacada en los campos de la docencia y la originalidad científico-tecnológica… Pero vayamos al grano ¿Cuáles son los problemas más importantes que aquejan hoy al IPN?

1) Es un relicto del autoritarismo en el que prevalecen sin cuestionamiento los dictados de su Director General –directa, o indirectamente vía sus SECRETARIOS- y por encima de un fantasmal Consejo General “Consultivo” perdido en formalidades y temor a la crítica (consubstancial al mundo académico democrático); comparativamente, las IES modernas (la UAM, por ejemplo), tienen una instancia equivalente denominada Consejo Académico, que integra a TODOS los sectores de su comunidad, es pro activa y sobre-determina a la Rectoría que no tiene “Secretarías”

2) Hablar de “excesiva burocracia” en el IPN de hoy, no es un recurso literario, es la triste realidad de un gran aparato institucional atrofiado, ineficiente e innecesario. El IPN tendrá hoy aprox.13,000 académicos y 13,000 administrativos (“personal de apoyo”), es decir, 1 administrativo apoya a 1 académico; comparativamente, la U. A. de Aguascalientes, tiene 1 administrativo en apoyo a 4 académicos…y aún hay mas: del total de administrativos del Instituto “Oficinas Centrales” (Dirección General, Secretariados, Direcciones de Área, Jefaturas de Departamento, etc) requieren del apoyo de 5 o 6 veces mas personal que el que apoya a todos los Centros de Investigación del propio Instituto; saque Ud. sus propias conclusiones.

3) No se cuenta con una política científico-académico-tecnológica institucional, explícita, clara y necesario fundamento para los planes, programas, prioridades y presupuestos de su quehacer. Esta carencia afecta de manera toral a las funciones de I y Dt del propio Instituto incapaz de responder a las interrogantes básicas en este campo que le dan sentido social y económico nacional a esta actividad:

a) ¿se está realizando demasiada, muy poca o la cantidad
necesaria de I y Dt?
b) ¿Es correcto el balance Invest. básica/aplicada?
c) ¿Debería hacerse mas I y Dt extramuros y menos intra-
muros o viceversa?
d) ¿Qué I y Dt se está realizando que no debería realizar-
se?
e) ¿Qué I y Dt debería realizarse y no se está realizando?
f) ¿Existe una instancia central dedicada a evaluar crítica-
mente el escenario de I y Dt intra y extramuros?

4) Ajena al manejo internacional de estadísticas de C y T para poder
hacernos comparables y responder a diversas cuestiones e
interrogantes como las del párrafo anterior, la Secretaría de
Investigación y Postgrado del IPN desconoce las normas, manuales y procedimientos correspondientes de la OCDE (o UNESCO) necesarias para poder analizar con sentido crítico el impacto de estas actividades en el desarrollo de una nación.

5) Mas políticamente preocupada por la imagen de si misma y por las “public relations”, la Dirección General del IPN ha olvidado que forma parte de la Junta Directiva del CONACYT y omite cabildear eficientemente el paquete total de proyectos que somete periódicamente a evaluación de dicho organismo el IPN para su financiamiento y deja que, individual y separadamente, cada investigador del IPN atienda en lo personal los trámites de cada caso vulnerándose la contundencia de una negociación global digna del Instituto. No extrañe pues que de las aproximadamente 100 revistas de CyT que edita el IPN, solamente ¡una! Incluye el Padrón correspondiente del CONACYT o que de cada 100 proyectos de I y Dt que somete a evaluación el Instituto, aprox. el 3.0 son apoyados, vis a vis la UNAM que recibe apoyo en proporción de por lo menos, diez veces más de sus solicitudes.

6) “Desperdicio” de recursos provenientes del erario público en diversas variantes,se solapan sin averiguación alguna. Existe si, una Contraloría Interna –administrativa- dejándose pasar la oportunidad para innovar (acorde a la Ley) con una “Contraloría Académica”. Las irregularidades de este tipo van desde los 200 millones de pesos invertidos en el abandonado Museo de Tecnología y Ciencia del IPN, hasta la duplicación, plagio y simulación que afecta el desarrollo de los proyectos de I y Dt. Dando prioridad al mantenimiento del status quo político, no se hace nada, no hay enfrentamientos sindicales y no se corre a nadie cuando se comprueban irregularidades… sólo se le cambia de lugar. A mayor abundamiento en éste renglón, ¿Por qué se financian presupuestalmente en el IPN tantos estudios y proyectos de I y Dt sin la obligación de publicar?

La lista de dolencias, problemas u omisiones que aquejan al IPN podría alargarse mucho y deberían ser objeto de un análisis cuidadoso para su aclaración, corrección o, en su caso, ser llevados a propuestas concretas (también por omisión se falla). A continuación mas ejemplos:

-incrementar la porción del presupuesto anual del IPN para la actividad de I y
Dt a por lo menos 15 %
-requiérense plazas para reemplazo de jubilados
-deberían asignarse nombramientos de “Prof. Emérito” con todo y prestaciones
-pugnar por el traslado del monto de las becas al salario
-propugnar por el establecimiento al nivel nacional de un SNI-TEC que NO se
base en el Science Citation Index y sí en la aplicabilidad real o potencial, a la solución de los problemas nacionales.
-promover y organizar nuevos centros de I y Dt con carácter VIRTUAL,
que no impliquen gasto en infraestructura, (Biotecnología, Vacunas,
Política Científica, Bioterrorismo y Etica, etc., Prospectiva y Coyuntura etc.)
-aclarar el papel de la USAID en apoyos al CMPL del IPN
-legitimar e impulsar a la estación “Radio Politécnico” de ESIME- Culhuacan
-optimizar el uso de instalaciones con fuerte tradición politécnica como las
actualmente subutilizadas en ESIME- Allende
-analizar cuidadosamente ventajas y desventajas de re-articular al Instituto sus
organismos como TV- canal 11, CINVESTAV, POI, COFAA.
-analizar con detalle y en su caso, promover más los centros de educación
de adultos del Instituto.

En breve, el nuevo Director General del IPN tiene que llegar al puesto con base a una destacada trayectoria científica, tecnológica o en el sector político-educativo, como la mayoría de Directores General del pasado, y no solo por relaciones de compadrazgo o de burócrata docil (ver cuadro anexo). El nuevo Director General del IPN y las autoridades a quienes reportará, deberán permitir en primer lugar y por lo pronto, un RENACIMIENTO institucional basado en raíces académicas, es decir una verdadera REFUNDACION de nuestro Instituto Politécnico Nacional en el marco de las condiciones actuales del país y del mundo; se demandan de manera creciente, honestidad, calidad y mejoría académico-administrativa, de manera que se puedan enfrentar mejor los retos que implica la sociedad contemporánea, crecientemente dispar y cada vez mas competitiva

DIRECTORES GENERALES DEL IPN

Ing. Roberto Medellín Ostos. . . . . . . . . . 1937 (nombramiento económico)
Ing. Manuel Bernard Perales. . . . . . . . . 1938 - 1939
Dr. Manuel Cerrillo Valdivia . . . . . . . . . 1939 - 1940
Ing. Wilfrido Massieu Pérez . . . . . . . . . .1940 - 1942
“Ing.” José Laguardia Núñez . . . . . . . . . 1943 – 1944
Dr. Manuel Sandoval Vallarta . . . . . . . . 1944 – 1946
Ing. Gustavo Alvarado Pier . . . . . . . . . . 1947 – 1948 (1er D.G. del IPN)
Ing Alejandro Guillot Schiafino . . . . . . . 1948 – 1950
Ing. Juan Manuel Ramírez Caraza . . . . .1950 – 1953
Ing. Mario Canabal Aznar . . . . . . . . . . . .1953 (encargado del despacho)
Dr. Rodolfo Hernández Corzo . . . . . . . . . 1953 – 1956
Ing. Alejo Peralta y Díaz Ceballos . . . . . . 1956 – 1958
Ing. Eugenio Méndez Docurro . . . . . . . . .1959 – 1963
Ing. José Antonio Padilla Segura . . . . . . 1963 – 1964
Dr. Guillermo Massieu Helguera . . . . . . .1964 – 1970
Ing. Manuel Zorrilla Carcaño . . . . . . . . . .1973 – 1973
Dr. José Gerst Valenzuela . . . . . . . . . . . . .1973 – 1976
M.en C. Sergio Viñals . . . . . . . . . . . . . . . . 1976 – 1979
Dr. Héctor Mayagoitia Domínguez . . . . . 1979 – 1982
Ing. Manuel Garza Caballero . . . . . . . . . . 1982 – 1985
Dr. Raul Talán Ramírez . . . . . . . . . . . . . . 1985 – 1988
C.P. Oscar Joffre Velásquez . . . . . . . . . . . 1988 – 1994
Ing Diódoro Guerra Rodríguez . . . . . . . . . 1994 – 2000
Lic. Miguel A. Correa Jasso . . . . . . . . . . . .2000 – 2003
Dr. Enrique Villa Rivera . . . . . . . . . . . . . . 2003 – 2006


En el Cargo:
Meses. . . 3
1 año. . . . 5
2 años. . . 4
3 años. . . 9
4 años. . . 1
5 años. . . 0
6 años. . . 3


Dres. en Ciencias. . . . 8
Mts en Ciencias. . . . . 1
Ingenieros. . . . . . . . . 14
Contadores. . . . . . . . . 1
Economistas. . . . . . . . 1


Adaptada de: León López, E.G., El Instituto Politécnico Nacional-Orígenes y Evolución Histórica-.ed. SEP, 1975, México Flores Palafox, J. y H. Monteón G., La ESIME en la Historia de La Enseñanza Técnica, ed. IPN, 1993, México

nov 2006


Resumen

En la ponencia “¿Que hacer con el IPN actual?”, Manuel Servín Massieu hace un análisis somero de los problemas que aquejan al Politécnico en el marco de la crisis sexenal en que el gobierno saliente del Sr. Fox, deja sumida a la ciencia y enseñanza del país. Acumulados a lo largo de los años pasados algunos de los escollos y precipitados otros por una gestión autoritaria, inexperta y centrada en el culto a la personalidad del Director General actual, Dr. Enrique Villa Rivera, el autor procede al análisis de algunos de los principales. Autoritarismo trasnochado, privilegio de lo administrativo, comunidad académica mayoritariamente pasiva, Consejo General Consultivo acrítico, excesiva burocracia y carencia de políticas claras y modernas para la coordinación del quehacer académico del Instituto en lo general y de la investigación científica, tecnológica y el postgrado en particular, tienen sumido al IPN en un marasmo. No se cuenta ni con estadísticas pertinentes, oportunas y veraces del quehacer institucional y su impacto en el desarrollo social nacional. Se analiza en el texto el “modelo de enseñanza politécnica” actual que ha privilegiado lo político-administrativo en concordancia con el gobierno nacional más reaccionario que hayamos tenido en años. Se señalan en la ponencia algunos de los puntos concretos urgentes de atender, que incluyen la recuperación de lo académico como promotor de un renacimiento institucional popular, social y democrático en bien de la nación. Se comentan los perfiles académicos de pasados Directores Generales del IPN y se comenta cual debería ser el necesario para la recuperación académica que requiere el Instituto
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