SOBRE "POLTERGEIST" (Duendes Chocarreros) TELEPATÍA Y PES*
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Coyoacán de los Fantasmas.
El apego a una casa (hogar), inmueble o lugar físico de la tierra en que vivimos, se fomenta en México desde el momento mismo de nacer. Va en este sentido la costumbre tradicional de enterrar el cordón umbilical en algún rincón del jacal, junto a un gran maguey o árbol cercano a casa, o mejor aún, junto al fogón de la casa –hogar y fuego tiene un mismo origen- costumbre que, aunque tiende a desaparecer, es un buen ejemplo de cómo se inicia ese apego. Quizá por ello en los tiempos modernos y sociedades “civilizadas”, que abandonan las tradiciones, los hijos también tienden mas al “andar sueltos en la pradera”y ser desapegados al hogar; no obstante, hay habitantes de algunos inmuebles que no renuncian fácilmente a ellos, ni aun después de haber fallecido. No dejan fácilmente sus entornos o espacios físicos habituales y en ocasiones manifiestan ese apego de manera sobrenatural.
Mucho ha sorprendido al autor de estas líneas confirmar que “el Viejo Coyoacán” o “Villa de Coyoacán”, con antiguedad de casi 5 siglos, donde vivo, está plagado de “duendes chocarreros” como les llamaba mi abuela María en español antes de globalizarnos –hoy se le llama al fenómeno elegantemente y en alemán ¡no faltaba mas! “poltergeist”- El fenómeno coyoacanense por supuesto, va mas allá de las conocidas leyendas que rodean a los barrios de Santa Catarina, la Conchita o el mismísimo Callejón del Aguacate, se presenta también en otros barrios. “Coyoacán no sería el mismo sin sus fantasmas” apuntó alguien hace tiempo y coincido con el, toda vez que un “análisis de contenido” del libro “Relatos de Coyoacán”, editado hace casi dos décadas por el Museo de Culturas Populares de la SEP, nos presenta veintitrés menciones, ¡23! mas o menos detalladas, que se refieren a hechos sobrenaturales del tipo que nos ocupa en este texto, relatadas por diferentes habitantes del lugar de coyotes; son tantos, que pareciera que los habitantes de Coyoacán nos desenvolvemos en UNA realidad cotidiana -el diario existir- alimentarse, llevar hijos a la escuela, paseos, helados, esquites, churros, transporte, coches, frenazos, insultos desde el auto, etc- y OTRA realidad que se manifiesta solo a unos cuantas personas, o que solo unas cuantas personas son capaces de sentir o percibir en ciertas circunstancias… Adicionalmente aclaro, que me interesa mas la parte del “receptor” carnal del fenómeno, el que percibe, siente, escucha o ve algo, que la parte del duende “emisor” fantasmal, mas o menos escurridizo o escandaloso. Me interesan mas las percepciones de los vivos que los escándalos de los muertos o duendes…
En la calle Francisco Sosa se encuentra la Plaza de Santa Catarina. Anteriormente estuvo rodeada de fresnos, y su extensión era cinco veces mayor a la actual. Se cuenta que por las noches una sombra la atravesaba caminando de oriente a poniente para terminar su recorrido en la capilla. En una de las casas de la plaza se reunía un grupo independentista, cuyos miembros fueron fusilados al descubrirse la conspiración.
http://literaturainba.com/cartelera/paseos/paseo_coyoacan.htm
Recuerdo aquí que este fenómeno de fantasmas, duendes y espíritus asociado a casas, inmuebles, barrios y hasta pueblos, ha quedado plasmada magistralmente en varios campos del saber, viniendo a mi memoria obras maestras del arte fílmico, como la película “Fanny y Alexander” en la que el genial director sueco Ingmar Bergman nos presenta sus fantasmas infantiles o bien de la literatura universal via el mexicanísimo “Pedro Páramo” de ese otro genio que fue Juan Rulfo. De este último extraemos un párrafo con la idea de animar a leer el libro a los que aún no lo han hecho… “Este pueblo está lleno de ecos, tal parece que estuvieran encerrados en los huecos de las paredes o debajo de las piedras. Cuando caminas, sientes que te van pisando los pasos. Oyes crujidos. Risas. Unas risas ya muy viejas, como cansadas de reír. Y voces ya desgastadas por el uso. Todo eso oyes…”. Pedro Páramo de Juan Rulfo es una obra maestra que influyó mucho en varios autores, como por ejemplo y señalado por si mismo, se ha dejado sentir en Gabriel García Marquez, Premio Nobel de literatura.
Asociados a un inmueble específico, estos ¿espíritus? se manifiestan desde el mundo sobrenatural con ruidos, estruendo y otras señales que asustan a los vivos; asociándose este tipo de duendes con personas fallecidas en el lugar bajo ciertas circunstancias. La misma palabra “duende” (Diccionario de la Lengua Española de la Real Academia Española de la lengua) viene de “duen-de-casa” o lo que es lo mismo “dueño de la casa”; es decir son una clase especial de seres de “otro mundo” a sus anchas en inmuebles específicos.
La casa que se encuentra frente a la plaza fue habitada por Cortés y la Malinche. En su exterior se conserva aún el tezontle original, y podemos apreciar que sus desagües son típicos de las construcciones indígenas. La herrería que conserva en la fachada data del siglo XVIII. En el interior de esta casa fueron escritas las famosas Cartas de Relación que Cortés dirigía al rey Carlos V. Se supone que aquí mismo el conquistador ahorcó a Catarina Xuaréz, su esposa legítima, en el año de 1522, luego de una disputa que tuvieron tras la llegada de ella a la Nueva España.
http://literaturainba.com/cartelera/paseos/paseo_coyoacan.htm
De ninguna manera el fenómeno de los Duendes Chocarreros – o “Poltergeist”- se limita a nuestra querida Villa de Coyoacán y a otros tiempos, también se ha presentado en lugares diferentes y en tiempos presentes. Para muestra bastan CINCO botones que, como investigador científico, les transmito, toda vez que me han llamado la atención significativamente; no solo por su manifestación o expresión en sí, sino por la capacidad aparentemente extraordinaria, de algunas personas para percibir el hecho. Ya lo dijimos, mas que interesarme el fenómeno por el lado de “los emisores” fantasmales, me interesan los “receptores humanos”, es decir aquellas personas sensibles que como cualidad no enmascarada o encubierta por la modernidad, son capaces de sentir “esa otra realidad” ¿Como lo hacen?¿En que estado anímico se encontraban para actuar como receptores?¿Que disposición se necesita? No lo sabemos, quizá ni ellos mismos lo sabían (o saben) pero que se da el fenómeno, se dió y se dá…De los cinco casos que transcribiremos, uno tuvo lugar en 1558 en Tarecuato, Michoacán, México, otro alrededor quizá por ahí de1866, en algún lugar de Minnesota, EUA, el tercero en Alemania a fines del siglo XIX; el cuarto tuvo lugar hacia octubre de 1972 en la cordillera entre Argentina y Chile y, finalmente, el quinto se presentó en mayo de 2004 en Cracovia, Polonia. Los cinco están documentados y ninguno de ellos ha conocido la manifestación de los otros cuatro, es el suscrito el que los ha puesto en la misma perspectiva que nos ocupa hoy y para este trabajo. Tres se refieren a “telepatía” y dos a “percepción extra-sensorial”(*).