Ciencia y Sociedad

Sunday, January 11, 2009

LOS MASSIEU SON UNOS "SALVAJES"...( IV )

...De nuestras tierra en Texas, la sucia invasión yanqui de 1847, mi bisabuelo héroe y el abuelo Wilfrido en la Revolución.

El General del ejército mexicano Francisco Pérez fue el abuelo de mi abuelo, Wilfrido Massieu Pérez, quien también llegó a General; el primero combatió a los gringos en varios lugares, como Churubusco y Chapultepec; a su nieto, Wilfrido, tocaría la Revolución Mexicana –1910 a 1920- y sus secuelas; pero primero permítame poner esto en perspectiva...

Gracias a la información entregada por Alex Humboldt a su amigo Tom Jefferson, inicios del siglo XIX, se hizo realidad la ambición gringa por el enorme territorio al N y NO de “Nueva España”.Claro que no fue poco el descuido de los gobiernos virreinales primero y después, de la endeble República Mexicana; dejóse poco colonizada tanta y tan buena tierra. Mas adelante, con la invasión de Texas por numerosos y armados, inmigrantes ilegales “anglics”, se perdería ese rico territorio (1836) ¡Paradojas de la historia! con el trato que hoy día reciben ahí los ilegales mexicanos. Dicha pérdida incluyó las “once leguas de tierra” de mis antepasados maternos, ubicadas en ambas márgenes del río Trinidad (hoy “Trinity, of course”), condados Fairfield y Anderson, 150 kms al N de Houston. La nación mexicana perdió primero y por lo pronto, Texas, los Massieu sus tierritas y yo, la oportunidad de pasármela como cualquier hijo de vecino texano, petrolero y...ricachón.

Al entonces Presidente de México Antonio López de Santa Anna, el 1º de una larga serie con las " 3-T ” (tonto, traidor y transa), lo agarraron ¡dormido! “defendiendo” Texas en la batalla crucial de San Jacinto; llevado a Washington detenido y manifestándole al Presidente Jackson su deseo de hacerse gringo -y vivir en Texas- prometió “fabricar un teatrito que permitiera la invasión yanqui” simulado batallas y así poder “ceder” a los yanquis ¡mas de la mitad del territorio patrio!(2 millones de km2) a cambio de unos cuantos milloncitos de dólares y...que lo dejaran libre. ¿Quién no aceptaría tal ofertón? ¿Qué NO necesitaban los “güeros” de un traidor como Santa Anna para derrotar a la recién parida República Mexicana? como apuntó recién la historiadora Patricia Galena en conferencia sobre “La Batalla de Churubusco”... ¡ Claro que sí ! digo yo, gracias a lo cual les salió "barato" el asunto en dinero, vidas militares, y en justificación para su doble moral de nación “democrática" y expansionista; pero “aún hay mas”: estrategas militares subrayan que la invasión, mal planeada, en vez de perdida...! resultó exitosa! gracias al apoyo de CIENTOS de traidores mexicanos que, como el mismo “Quince Uñas”-Santa Anna, se pusieron al servicio del yanqui en el verano de 1847. Vea Usted, amable lector, como el hoy apareció ayer...

Sin ser trivial EL BLOQUEO NAVAL DE FRANCIA a la incipiente flota mexicana para permitir el traslado sin contratiempos del ejército yanqui de Texas a Tampico y Veracruz y la captura de OTROS puertos y posesiones mexicanos, SERIA LA LLAMADA “CONTRAGUERRILLA de Manuel Domínguez” sumada a la estrategia PURAMENTE DEFENSIVA de Santa Anna, la que transformaría en victoria la campaña del invasor. Va de ejemplo: cañoneado y tomado Veracruz, el Duque de Wellington, vencedor de Napoleón en Trafalgar, llegaría a exclamar “¡Scott está perdido!" alargando tanto su linea de abastecimiento hacia la capital mexicana y SUPONER lo obvio: que la fuerza yanqui sería atacada en puntos del trayecto de 400 kms...¡cosa que NO sucedió! TAMPOCO, se contuvo al invasor en el paso montañoso de Río Frío que, con sorpresa, traspusieron fácilmente los yanquis. Aún mas adelante, rehuyeron combate donde “se les esperaba”-área del “Peñón Viejo”- y se desviaron sin molestia alguna hacia Chalco. Transitando por el corredor que va entre los lagos Chalco-Míxquic-Xochimilco y las montañas al sur. Procede preguntar ¿Cómo llegaron hasta la capital sin tropiezo alguno?¿Cómo evitaban los numerosos obstáculos naturales?¿Cómo es que se desplazaban por atajos y sin tropiezos? La respuesta es clara: fue toral el APOYO de la NUMEROSA partida de LADRONES Y FORAJIDOS mexicanos que, como guías del invasor, permitieron se desplazara este fácilmente por espacios que no conocían.

“La Contraguerrilla de Manuel Domínguez” se llamó y estaba compuesta por CIENTOS de delincuentes –“los bandidos de Rio Frio”- que INCORPORADOS al ejército yanqui CON UNIFORME Y GRADO, ganaban el SALARIO de oficiales regulares. La medida despertó quejas entre los jefes, pero los comandantes Scott y Taylor las soslayaron, pues anticipaban que la “Contra Guerrilla” (o “Spy Company”)sería clave para llevarlos de la mano y adentrarse en territorio mexicano evitando encuentros con las fuerzas defensivas. Meditemos un momento: si el Jefe del Estado Mayor del Presidente Santa Anna, Coronel Juan Yánez había sido paralela y precisamente jefe de los “Bandidos de Río Frío” ¿sería descabellado suponer que el mismo Presidente estuviera ayuno de las correrías de Yánez o después, su discípulo Domínguez, como guías indispensables del ejército gringo? Será en ocasión futura cuando detallemos la manera como esa “SPY COMPANY” de mexicanos y el mismo Santa Anna, darían “la puntilla” requerida para el éxito de la invasión en las batallas de Padierna y Anzaldo, en las goteras de la ciudad de México, permitiendo con su pasividad Y guia, que el inminente triunfo de su “enemigo político” Gral. Valencia, se transformara en derrota; emboscado por la turba de espías-guías citados se permitió que el enemigo cruzara veredas recónditas del entonces inexpugnable “Pedregal de San Angel” sorprendiendo la retaguardia del General Valencia, dejado solo por Santa Anna, que no lo reforzó en el momento esperado...

Tanto en Padierna y Anzaldo como después en Churubusco y Chapultepec, mi bisabuelo “Papá Panchito”(Pérez)combatió al invasor, y las medallas ganadas, pasadas de generación en generación, solía mostrármelas la abuela María Helguera (de Wilfrido Massieu Pérez) cuando yo era niño. Me hablaba de la amargura en la derrota al paso de la vanguardia yanqui en Churubusco que,sorprendentemente,no era otra que los CIENTOS de pandilleros UNIFORMADOS COMO SOLDADOS GRINGOS, vociferando frente al General Anaya, comandante, y sus defensores que contenían la ira: oficiales y reclutas, civiles voluntarios y los valientes irlandeses –los “San Patricios-“ Transcurrido el tiempo,las batallas de Chapultepec, la consecuente pérdida de mas vidas para ambos bandos y la toma misma de la capital,han sido señaladas por estrategas como innecesarias. Después de esta invasión, como después en tantas otras del futuro de los EUA, llegó la paz, si, pero bajo condiciones impuestas por su bota militar en el marco de su guerra abusiva y sucia que cercenó el añorado 51% del territorio patrio, contando con los Judas ya citados y los vendepatrias de entonces...

Después del cese de la guerra –mayo de 1855- otro antepasado del suscrito, William Redding -probable fundador del pueblo que lleva su nombre allá- desde San José, (Alta) California, hoy de USA, recordaría con una carta a su hermana Mariana (que se quedó del lado de acá) el asunto de las valiosas y míticas “Once Leguas de Texas” familiares. Fieles a la tradición de abandono de la buena tierra en Texas, nadie de la familia se asentó por allá. Solo habría una o dos visitas efímeras (seguramente no hasta las tierras mismas) en ocasión del papeleo sobre su propiedad y un litigio que acarreaban. Como veremos mas adelante, viajaron hasta Nuevo Orleans y Nacogdoches (antiguos centros administrativos ya de yanquilandia a fines del siglo XIX) mi tía bisabuela Delfina Massieu R., solterona, su hermana Julia Massieu R., con fama “de pocas pulgas” y su esposo Vicente E. de Gorostiza (pariente del famoso diplomático, escritor y también defensor de Churubusco, Manuel Eduardo de Gorostiza) llevaron “carta poder” de mi bisabuela Clotilde Pérez Arévalo viuda de Massieu (madre de Wilfrido y cuñada de Delfina y Julia) ya que dada su edad, no podía viajar...

Fue hasta mayo de 1981-cien años después- cuando el que esto escribe (aprovechando invitación de la Universidad de Texas para participar en una reunión binacional sobre "Ecología Transfronteriza") acompañado de Enrique Mancera Massieu y su esposa Emma García, fuimos a “ver” físicamente las míticas (para la familia) tierras tratando de aclarar su destino final... Resultaron ser una rica tierra para la agricultura, extracción de petróleo y gas. Aún me asalta la emoción de las peripecias de fin de semana que nos llevaron al HALLAZGO (en Archivo del Juez del Condado de Fairfield) de un laudo (septiembre 18 de 1898) dictaminando sobre el litigio que pesaba sobre las mismas (promovido por un cacique español del lugar, Sr.Mexía (sic), fundador de un pueblo en esa región. El laudo, otorgaba a “los Massieu y herederos” las 3/5 partes de las leguas en litigio...pero ¿por qué no se hizo efectiva la posesión y deslindes? ¿Qué sucedió después del laudo? Habida cuenta que los viejos suelen escribir poco, investigar el asunto cuesta un billete -los ricos de la familia no disparan ni en defensa propia- y todo se deja a los descendientes, entramos al terreno de los recuerdos en poder de los sobrevivientes viejos y el campo del...“parece que”.

“Parece que”, la Revolución Mexicana interrumpió viajes y gestiones al respecto de “las once leguas” y el descendiente mas interesado en el asunto, Ingeniero Militar Wilfrido Massieu Pérez, mi abuelo, ocupado en el torbellino bélico, ya no pudo atender trámite alguno, pese a que copias de documentos que obran en mi poder, manifiestan mucho interés de gringos por la compra de las tierras. Aunque de hecho, toda la familia fue “REVOLUCIONADA”, se daría tiempo para tener muchos hijos y descendientes, entre quienes la fama de “las once leguas” se volvió mito y chanza pre-nupcial, sin que nadie supiera con precisión su destino final... Al término de la etapa POSTREVOLUCIONARIA -los 1930- hermanos y hermanas de mi abuelo Wilfrido, parte de los herederos a quienes conocí ya mayores, fueron, por orden de edad: Maria Luisa, Luis Víctor, (Wilfrido), Leontina y Clotilde. La tía Ma. Luisa permaneció soltera hasta ya mayor, cuando contrajo matrimonio con Dn. Emilio Rabasa Estebanell, el tío Luis V. casó con Dña. Sofía Sáinz de Sicilia, el abuelo Wilfrido casó con Dña. María Helguera Ceballos ( Maka) quien sería mi abuela, la tía Leontina con Enrique Du Solier Lareolla y la tía Clotilde con Juan Mancera Ugarte(chea). De algunas de las circunstancias que rodearon a sus respectivas vidas familiares nos ocuparemos mas adelante con la debida precaución, por moverme en “campo minado” de la “historia oral”, conformada por protagonistas que aún están vivos y no quiero pisarles callos...