Los Massieu son unos Salvajes (XVI) Recuerdos de mis Profesores españoles en la E. N. C. B. del IPN.
De la excelente nota de Don Eulalio Ferrer Rodríguez que publicó La Jornada el 31, mayo,1999, “El exilio español en México” -ante el 60 aniversario del exilio español- tomo algunas porciones antes de decir lo mio:
“Un 13 de junio de 1939, hace 60 años, a bordo del Sinaia, arribaría a Veracruz, procedente de Francia, la primera expedición de mil 600 refugiados españoles. La recibió, a nombre del Presidente Cárdenas, su Secretario de Gobernación, licenciado Ignacio García Téllez. Suyas fueron estas palabras, El gobierno y pueblo de México os reciben como a exponentes de la causa imperecedera de las libertades del hombre. Vuestras madres, esposas e hijos encontrarán en nuestro suelo un regazo cariñoso y hospitalario”.
“Al Sinaia seguirían otros barcos en el mismo año de 1939 y en 1940-1941,incluyendo a refugiados que se encontraban en el norte de África, hasta completar una cifra de 30 mil…Aunque falta una estadística fiel, se ha estimado que entre los exiliados que llegaron a México, figuraban unos 5 mil profesionistas calificados, incluidos actores y diversos géneros de artistas; 2 mil 700 catedráticos y profesores de varias categorías; unos 500 magistrados, abogados y estudiantes de derecho ;unos 500 escritores, poetas, pintores y periodistas; unos 250 ingenieros y arquitectos. También, unos 250 militares de distintas armas, predominantemente de la aviación…En el caso de los médicos -500 aproximadament- se constituyó en 1939 un Ateneo Ramón y Cajal, presidido por el doctor Manuel Márquez…”
El ambiente social en México no era el mas receptivo para recibir innumerables españoles exiliados ; ese ambiente se reflejó en una actitud también algo fría en la UNAM, particularmente en el área de Medicina... La explicación se encuentra en la historia de esa institución en los años previos a la inmigración española. Las relaciones entre la UNAM y el gobierno Cardenista no eran de lo mejor, había posiciones opuestas cuando Narciso Bassols que era dirigente de Educación Pública se metió con el presupuesto universitario; en ese entonces el Rector Gómez Morfín -también fundador del PAN- y siguientes rectores, colisionaban con la filosofía de la SEP; al respecto hay varias lecturas, pero recomiendo leer a Tomás Pérez Vejo en “España en el Imaginario Mexicano: el Choque del Exilio”, Universidad A. del Estado de Morelos, en internet o de Victoria Lerner “La Educación Socialista”, ed. El Colegio de México, 1979.
En ese marco de oposición de la UNAM al gobierno cardenista, el Presidente creó, sostuvo y mantuvo al IPN como institución popular, social y democrática. La llegada de los académicos españoles encajó muy bien según los ideales y programas del Politécnico; muchos académicos recién llegados funcionaron atinadamente en las diferentes escuelas y centros del IPN. Los años de “1940”, sirvieron a los académicos inmigrados para conocer la vida académica mexicana y adaptarse a sus quehaceres en una nueva sociedad...
Las altas autoridades de la UNAM –Rector Gustavo Baz- y el Director General del IPN, Wilfrido Massieu tuvieron cercanía completa en el espacio, aunque la distancia ”emocional” la mantenía lejana el Rector, ver fotografía de 1940 en Morelia
“Un 13 de junio de 1939, hace 60 años, a bordo del Sinaia, arribaría a Veracruz, procedente de Francia, la primera expedición de mil 600 refugiados españoles. La recibió, a nombre del Presidente Cárdenas, su Secretario de Gobernación, licenciado Ignacio García Téllez. Suyas fueron estas palabras, El gobierno y pueblo de México os reciben como a exponentes de la causa imperecedera de las libertades del hombre. Vuestras madres, esposas e hijos encontrarán en nuestro suelo un regazo cariñoso y hospitalario”.
“Al Sinaia seguirían otros barcos en el mismo año de 1939 y en 1940-1941,incluyendo a refugiados que se encontraban en el norte de África, hasta completar una cifra de 30 mil…Aunque falta una estadística fiel, se ha estimado que entre los exiliados que llegaron a México, figuraban unos 5 mil profesionistas calificados, incluidos actores y diversos géneros de artistas; 2 mil 700 catedráticos y profesores de varias categorías; unos 500 magistrados, abogados y estudiantes de derecho ;unos 500 escritores, poetas, pintores y periodistas; unos 250 ingenieros y arquitectos. También, unos 250 militares de distintas armas, predominantemente de la aviación…En el caso de los médicos -500 aproximadament- se constituyó en 1939 un Ateneo Ramón y Cajal, presidido por el doctor Manuel Márquez…”
El ambiente social en México no era el mas receptivo para recibir innumerables españoles exiliados ; ese ambiente se reflejó en una actitud también algo fría en la UNAM, particularmente en el área de Medicina... La explicación se encuentra en la historia de esa institución en los años previos a la inmigración española. Las relaciones entre la UNAM y el gobierno Cardenista no eran de lo mejor, había posiciones opuestas cuando Narciso Bassols que era dirigente de Educación Pública se metió con el presupuesto universitario; en ese entonces el Rector Gómez Morfín -también fundador del PAN- y siguientes rectores, colisionaban con la filosofía de la SEP; al respecto hay varias lecturas, pero recomiendo leer a Tomás Pérez Vejo en “España en el Imaginario Mexicano: el Choque del Exilio”, Universidad A. del Estado de Morelos, en internet o de Victoria Lerner “La Educación Socialista”, ed. El Colegio de México, 1979.
En ese marco de oposición de la UNAM al gobierno cardenista, el Presidente creó, sostuvo y mantuvo al IPN como institución popular, social y democrática. La llegada de los académicos españoles encajó muy bien según los ideales y programas del Politécnico; muchos académicos recién llegados funcionaron atinadamente en las diferentes escuelas y centros del IPN. Los años de “1940”, sirvieron a los académicos inmigrados para conocer la vida académica mexicana y adaptarse a sus quehaceres en una nueva sociedad...
Las altas autoridades de la UNAM –Rector Gustavo Baz- y el Director General del IPN, Wilfrido Massieu tuvieron cercanía completa en el espacio, aunque la distancia ”emocional” la mantenía lejana el Rector, ver fotografía de 1940 en Morelia
( figura 1); la imagen muestra al Rector Baz “negando” su aceptación del IPN, su autoridad máxima y algunas de sus escuelas y carreras; este aspecto llevó al Politécnico a una lucha por su aceptación social frente al gobierno en turno –ya de Ávila Camacho- en el plano de la enseñanza superior del país, donde el Rector Baz y la UNAM no admitían competencia alguna.
De aquellos académicos españoles, ya adaptados en los 1940, el suscrito tuvo como Profesores a “doce” en 1952, de los que su personalidad y ejemplo afectaron mas a este autor. Con punto y aparte merecería ser comentada la creación y arranque de la “Casa de España en México” –hoy “Colegio de México”- que con todos sus matices e historia- ha sido ya referida por Clara E .Lida,” La Casa de España en México”, ed. Colegio de México,1988 ; esta “Casa” en sus inicios, tuvo relación con el Poli.
Los doce Académicos españoles que conocí yo como alumno y a los que me referiré mas adelante, fueron Ramón Álvarez Buylla, Modesto Bargalló Ardévol, Adela Barnés, Cándido Bolivar Pieltain , Federico Bonet Marco, Pedro Carrasco, Manuel Castañeda Agulló, Gómez Vinuenza, Juan De Oyarzabal, Serafina Palma, Dionisio Peláez y María Teresa Toral…Todos fueron excelentes Profesores y conocí mas, a unos que a otros, incluyendo sus capacidades como ”investigador”; aquí les expreso mi gratitud ilimitada a los doce…
De Ramón Álvarez Buylla,
Llevé el Curso “Fisiología de Mamíferos” con Don Ramón por allá de 1954-5. Éramos 50 alumnos dedicados a varias licenciaturas y -pensando en este nivel - que bueno que los hijos de RAB ya sean de la UNAM pues “lo pasado…pasó” –vide supra-, RAB se desesperaba con los que no compartíamos interés por su materia, mi interés era la Bacteriología; RAB me recomendó un buen libro soviético
(aquí figura 2) cuyo autor Speransky, relacionaba al sistema nervioso con asuntos microbiológicos, este libro lo adquirí y disfruto aún. RAB brillaba en el laboratorio, era un gran experimentador… Nos comentaba –en ruso- cuando el con otros jóvenes republicanos fueron a la URSS a entrenar como pilotos de avión y no llegaron a ser utilizados contra de “los stuka” alemanes, hecho que nos asombraba. La vida de RAB se antojaba algo mítica, como la de otros profesores “refugiados”.
En la ENCB –única “Nacional”- entre las escuelas del IPN, llegaba el momento “de los exámenes” y ya en el salón correspondiente, a mi izquierda, se sentaba la atractiva estudiante de Biología –yo iba a Bacteriología- que se llamaba Elena Roces (hija del famoso Wenceslao) traductor directo del alemán al español de varias obras como “El Capital”… En el momento del examen -y RAB, “vigilante” al frente-, Roces me atosigaba con frases de “¡dime la respuesta a la número 5! ¡dímela...! ante mi silencio me arrebató el papel y lo copió en un descuido de RAB…Pasaron días y las calificaciones aparecieron en papel pegados a un muro, fui a verlas y quedé “paralizado”: Elena Roces 10.0 y Manuel Servín Massieu 8.0…¡Caraxo pensé! ¿Cómo puede ser esto?
Pasaron muchos años y un día después de visitar el CINVESTAV salí yo a pie por el estacionamiento en el momento en que salía un auto; por la ventanilla me hacía señas el conductor y me invitó a subirme –“aventón”-; el conductor ¡era RAB ¡ y a su lado ¡Elena Roces! Que me presentó “como su esposa”… ¡Se habían casado! e instantáneamente entendí ¡aquel diferendo de calificaciones de años atrás!…así es el amor ¿o no?
De Modesto Bargalló Ardévol;
Lo recuerdo con gran afecto; Don Modesto era un Profesor en toda la línea, era excelente. Tengo varios de sus libros publicados por el…Como recuerdo a Don Modesto en clase
(figura 3); sacaba de su maleta figuras de onyx tipo cubos, esferas, pirámides, etc para explicar lo que eran la morfología los enlaces químicos del tipo polar o covalente, en ocasiones Don Modesto decía al compañero “dele la mano a su compañera de al lado…” y continuaba la explicación, ¡ah! si era la mas guapa . En ocasiones llegaba a la puerta del salón, Miguel su hijo y don Modesto desde la tarima y el pizarrón, discutía con Miguel Bargalló -compañero de mi hermano Will (QEPD) en la ESIME- la palabrería entre Modesto y su hijo era en un lenguaje extraño para el alumnado…¡era catalán! En otras ocasiones el Profesor se retiraba a casa de pasajero en la motocicleta BSA de Miguel…a este último lo veía yo por casa donde tenía su novia de toda la vida –y hoy su esposa- Isela Barocio. Las clases de don Modesto eran muy amenas y en buen lenguaje, pero cuando hablaba de su exilio y recordaba a Franco, tronaba de su ronco pecho…”¡este cabrón de Dictador!” para empezar y en otros momentos recordaba a su patria con amor y nos sorprendía diciendo sus propios poemas…¡era un verdadero sabio! Me enteré de su libro “Curso de Química General”, ed. Marín, 1958, (ver imágenes 5 y 6); dentro de los muchos aspectos que dan valor al libro están gran parte de las ilustraciones que las hacía el propio Modesto a mano y casi ciego muy al estilo de Roger Hayward en una revista yanqui.
Siendo un hombre muy preparado y sensible nunca dejó de agradecer al IPN, institución que nunca abandonó en su vida; la mejor huella de Bargalló en mí, fue el amor a los libros y el sentír el amor a sus libros. En cierta ocasión caminé por una calle donde las librerías vendían libros usados…y ahí adquirí un libro de don Modesto: “Cincuenta Experiencias de Física para la Escuela Primaria” con la dedicatoria y agradecimiento del autor en mayo de 1942
(imagen 4); vea Ud. amable lector, a dos años de llegado y ya publicaba Bargalló ¿Cuánta distancia hay? Entre sus primeros libros y los de mayor alcance que le dieron fama internacional como el de “La Minería y la Metalurgia (en la América Española durante la época colonial)” editado por el FCE en 1955 y que se encuentra agotadísimo hoy día. Este libro es una obra maestra y poco después, en 1969, publicó, siempre señalando su cargo de Profesor de la ENCB del IPN, otra obra eminente, de 600 páginas, tipografía y encuadernación de calidad ; este libro “La Amalgamación de los minerales de Plata en Hispanoamérica Colonial”, lo editó con apoyo de la Presidencia de la Compañía Fundidora de Fierro y Acero de Monterrey...(imagen 5)
¿Y eso fue todo? ¡No! De ninguna manera, hacia 1973, el Profesor Jubilado del IPN don Modesto Bargalló Ardévol, publicó su libro “Trabajos, Artículos y Apuntes, de1940 a 1972, sobre Química, Enseñanza y Metalurgia Mexicana y de Hispanoamérica Colonial”. Este libro lleva una leyenda en su página dos: “La edición ha sido costeada por el autor; los ejemplares serán obsequiados a sus amigos y colegas y a instituciones de cultura”. De este libro transcribimos la fotografía presentada del autor. Pleno de agradecimientos, advertencias, memorias y recuerdos; conteniendo una excelente biografía de Bargalló, tarea de Héctor Mayagoitia, Fidel Villarreal y José I. Bolivar. Adicionalmente este libro contiene poesías en español y catalán, con notas adicionales sobre los “entretenimientos” poéticos y pictóricos del autor…
Termino esta breve síntesis con un trozo del “Epílogo” de Don Modesto a este último libro que dice, lo siguiente en el texto que es muy valioso pues relata en primera persona lo acontecido durante su escape ante las fuerzas franquistas: “Agonizante la República, abandoné España el 2 de febrero de 1939. Junto con mi esposa y mis dos hijos me trasladé de Figueras a Perpignan en un camión de carga que conducía a Francia a familiares de “carabineros”…El 24 de mayo embarcábamos en Cette, en el paquebot “Sinaïa” con esposa, hijos y hermano…nos iba a conducir a México (con)1800 refugiados españoles, entre ellos mujeres y niños. Salió el día siguiente. Al pasar el “Sinaïa” frente las costas de la tierra catalana en que nací y en la que dormían el sueño eterno mis amados padres, tomaban fuerza real las estrofas de “L´emigrant” del excelso Verdaguer. Y al dejar el “Sinaïa” a su popa en lontananza las últimas costas españolas del Estrecho, me invadieron escalosfríos de emoción y se humedecieron copiosamente mis ojos…”.
Quien aspire a conocer al detalle vida y obra de Don Modesto Bargalló Ardévol solo debe leer con el corazón en la mano el último libro que el Profesor Modesto mandó a impresión…solo para ser… ¡obsequiado!(imagen 6)
De Manuel Castañeda Agulló;
Escojamos cuidadosamente lo que tendríamos que decir; la compleja tarea de seguir el rastro académico de este investigador tan lleno de diferentes facetas del saber científico –y de personalidad tan dinámica- ha sido aligerada por el EMINENTE libro del Dr. Adolfo Pérez Miravete que detalla los hechos y aconteceres del Dr. Castañeda desde su llegada a México en 1939 al igual que da gran peso total a la inmigración española a la ENCB y al despegue de tantos otros grupos de investigación en esta institución …
Cubriendo un lapso de cincuenta años, de1934 a1984, el libro del Dr. Pérez Miravete: “50 años de Investigación en la Escuela Nacional de Ciencias Biológicas” del IPN, lo publicó la Dirección de Publicaciones del IPN en enero de 1984. Empieza señalando el autor: “Para la Escuela Nacional de Ciencias Biológicas fue una fortuna HABER NACIDO DE LA DISIDENCIA.... En una época en que la Universidad Nacional Autónoma de México se había convertido en el refugio de la intelectualidad dogmática y conservadora del país, los inconformes, alrededor del Maestro Vicente Lombardo Toledano, fundaron la Universidad Gabino Barreda en donde la que ahora es la ENCB fue su componente de enseñanza biológica mas importante. El impulso recibido en esa época y su orientación bien definida desde su origen justificó su posterior inclusión en el naciente IPN. Sus profesores, de todos los matices políticos, coincidieron en considerar desde un principio que la enseñanza de las ciencias biológicas no es un acto creativo si no se despierta en el estudiante la CAPACIDAD INQUISITIVA que le permita comprender fenómenos tan dinámicos como los que acontecen en los seres vivos. La investigación científica, como lógica consecuencia, formó parte de la enseñanza que ofrecieron las carreras de la escuela y lo que al principio fue una sana intención, se convirtió posteriormente en una filosofía de la enseñanza que ABRIÓ UN CAMINO por donde después han transitado la mayor parte de las instituciones educativas del México actual…”
Y continúa Pérez Miravete: “Otra de las buenas “escuelas” de investigadores que se han formado en el seno de la ENCB, es la creada alrededor de la “conflictiva” personalidad del Dr. Manuel Castañeda Agulló, quien desde la iniciación de su primer laboratorio, dedicado a Fisiología Vegetal, en el Departamento de Botánica, supo crear una atmósfera de trabajo y de rígida disciplina científica que contribuyó a la formación de numerosos jóvenes investigadores…Este punto de vista coincide con el del propio Manuel Castañeda Agulló. En el libro homenaje a Severo Ochoa con motivo de haber ganado el Premio Nobel -1961-, sus colaboradores y amigos expresan con recuerdos y circunstancias su vieja amistad con Ochoa en España; un ejemplar de este libro me lo regaló el Dr. Castañeda Agulló un 23 de abril de 1963, y en el capítulo que corresponde a Castañeda, “En el Laboratorio de Fisiología de la Residencia de Estudiantes…” señala que… ”en España cualquier puesto oficial, sea el de catedrático o el de empleado de correos, se concede por rigurosa oposición… “y continúa: “A mediados del año de 1939, fui nombrado, sin necesidad de oposición, catedrático de la Escuela Nacional de Ciencias Biológicas de la ciudad de México... Por primera vez disponía de laboratorio propio y de algunos entusiastas colaboradores mexicanos…”; antes en su texto, Castañeda nos hizo recordar a Jacques Loeb y su punto de vista físicoquímico de la célula viva, lo que era parte de los estudios que mas atraían a Castañeda según lo dice ahí. También habla de lo atractivo de la personalidad de Juan Negrín quien fungiendo como biólogo experimental, llevó a Castañeda al laboratorio de “la Residencia” donde conoció a Ochoa y de manera amena continúa sus recuerdos con esta persona en ese lugar.
Ya en México El pequeño Laboratorio de Fisiología Vegetal fue instalado posteriormente en el edificio que estaba destinado al Instituto de Fisiología y que, una vez abandonada esta idea se transformó en el mas importante núcleo de investigación de la ENCB en el “Casco de Santo Tomás” (pues) en este edificio el laboratorio del Dr. Castañeda, ensanchó su planta física, sus instalaciones y equipamiento ¿ quien no recuerda aquel famoso “baño María” de metal y 1 m2 por lado –una tonelada de agua- que hizo tronar el piso de madera y los cimientos de la planta alta? ; la actividad ya no se limitó al campo de la Fisiología Vegetal, pues emprendió investigación en Enzimología Básica y Biofísica...al instalarse la ENCB en el edificio del antiguo ”Internado” del IPN, pasó el laboratorio de Castañeda ( alias “el Buzo”) a constituir parte del Departamento de Bioquímica y fue el centro del Departamento de Biofísica” de la Escuela.
“No hay duda de que los esposos Castañeda-del Castillo han seguido un buen sistema de selección de estudiantes y pasantes para su laboratorio, puesto que muchos distinguidos estudiantes de las carreras (licenciaturas) de Químico-Bacteriólogo, primero y de Ingeniería Bioquímica posteriormente, se han contado entre sus colaboradores. Mas adelante el Dr. Pérez Miravete cierra este capítulo señalando que –a mediados o finales de los de los 1970- “los esposos Castañeda y sus colaboradores se trasladaron a los laboratorios del Centro de Desarrollo de Productos Bióticos, auspiciado por la Comisión de Fomento de Actividades Académicas del Instituto Politécnico y abandonaron el Departamento de Biofísica de la ENCB.”
Con el tiempo, el CEPROBI –Centro de Desarrollo de Productos Bióticos- del IPN, quedó satisfactoriamente instalado en Yautepec, Morelos, donde sin perder el marco de Centro del IPN, quedó enlazado filosóficamente a los esposos Castañeda Agulló - Luz María del Castillo,
figura 7; ambos,desde años atrás disfrutaban de su casa de “campo” en ese lugar…
Una lista somera de los jóvenes que pasaron un tiempo de investigación en el, o los, laboratorios de Manuel Castañeda Agulló en cualquiera de sus etapas, puede ser obtenida del multicitado libro de Dr. Adolfo Pérez Miravete, faltando complementar con los que laboran en el CEPROBI.
Y de los otros profesores que me impresionaron, ¿Qué más podríamos decir o ampliar? ¿Quién no recuerda las vitrinas con ejemplares de varios “Phyla” del laboratorio del Dr. Bonet, eran horas y horas frente a las vitrinas, cuyo contenido había que memorizar? ¿Quién no recuerda al Dr. Carrasco en Óptica y en media clase sacando su anforita y dándole tragos a su tibio café-con leche? ¿Al Dr. Gómez Vinuenza aclarando en lenguaje español ortodoxo “que no es lo mismo –acsorción (de absorber)- que acsorción (de adsorber)? ¿ y la excelente clase de Física de Juan de Oyarzabal y su descanso entre clases con el - rodeado de chicas-, este Profesor era el “Gary Cooper” de los exiliados españoles, distinguido porque pagó a “Título de Suficiencia” Primaria, Secundaria, etc?¿ Quien no recuerda la clase de Anatomía de la Dra. Serafina Palma que se levantaba la falda mas arriba del pudor para explicar la inserción y fijación de los músculos de su blanca y bella pierna? ¿Quien no recuerda a la dominante con impecable y bien fajada bata blanca, Adela Barnés;… cuando en clase teórica decía Servín “pase Ud .al pizarrón a resolver este problema” y a “temblar”, o ejercía su poder de experta en clase experimental de ANÁLISIS CUALITATIVO con la “marcha de Curtman” para identificar metales por sus sulfuros¿ A Don Cándido Bolívar y Pieltain con su proverbial generosidad y su lenguaje español tremendamente “trabado” en clase de Entomología Médica? ¿Quién no recuerda las bromas y chanzas de Don Dionisio Peláez en Parasitología, con las muestras refrigeradas, plenas de parásitos altamente patógenos, dispuestas para observación al microscopio por los alumnos…¿Los que nos acercamos a la Dra. Ma. Teresa Toral que, como buena química aparte de su clase, diseñaba y hacía artísticamente, bellísimos cuadros o reproducciones de “grabados en metal”; su vida marital con Lan Adomián, musicólogo destacado, era singular, pues su departamento domiciliario de carácter “mutuo” solo tenía dos puertas para comunicarlos –que cerradas o abiertas- según el caso, permitían o no, el paso de un lado al otro sin romper la privacidad de su contraparte figura 8.
No cabe la menor duda, de que los inmigrados académicos españoles, de esa generación, post Dictadura franquista, representaron un trasplante de cerebros muy valioso para México y una pérdida significativa para el avance de la ciencia en España…